Agatha Ruiz de la Prada.
Color a raudales (como siempre). Siluetas geométricas. Modelos un poco más ponibles que de costumbre. Me gustan los bolsos de vinilo transparente a lo Candy de Furla.
¿Y qué significa esto? Lo quiero para mis eventos municipales.
Ailanto.
Colores muy fríos e inspiración oriental en siluetas y estampados. Demasiado apagado todo para mi gusto.
Amaya Arzuaga.
Propuestas monocromáticas en blanco, negro y rojo. Silueta evasé y mix de texturas: cuero, pelo, etc. Elegante y muy Gucci.
Ana Locking.
Años 20 total. Me gustan los toques fluor, los mocasines con tacón y las carteritas.
Andrés Sardá.
La elegancia de siempre y plus de lujo en la puesta en escena en su 50 aniversario. A mi parecer, una de las pocas firmas de moda española con una identidad de marca que habla por sí sola.
Ángel Schlessler.
Prendas básicas y atemporales. Schlessler no se moja pero acierta entre tanto ‘moderneo’. Patrones sencillos y colores discretos.
Aristocrazy.
El primer desfile de joyas de la historia de la Pasarela Cibeles ha monopolizado la atención mediática con su puesta en escena a medio camino entre futurista y faraónica. La hermana pequeña de la casa Suárez no ha dejado indiferente a nadie con sus maxijoyas.
Hasta aquí la A, nos vemos en la siguiente entrega.
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